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¿Cómo prepararse y trabajar con tu líder en una sesión de feedback?

El proceso de feedback está enfocado en el desarrollo individual y es una valiosa oportunidad de aprendizaje, por lo que prepararse para este proceso permite aprovechar este momento ampliando nuestra visión sobre cómo podemos desarrollar nuestro talento y potencial. Para sacar el máximo provecho a esta conversación ten en cuenta:

Establecer el propósito:
Es importante tener claro cuáles son los aspectos en los que se centrará la sesión de feedback para prepararnos de manera adecuada, por ejemplo, resultados, competencias o gestión. Previamente a la sesión, corrobora que la información que tienes sea específica, y si no es así, pregunta a quien te invita el objetivo y los temas que se abordarán para hacer una auto reflexión previa que hará más provechoso el momento.

Identificar el nivel de logros alcanzados:
El proceso de feedback implica una valiosa oportunidad para hacer un balance personal donde puedes evidenciar cuáles han sido los resultados o logros alcanzados hasta ahora, cómo llegaste a ellos y cuáles eran los resultados esperados. Céntrate en los hechos y datos que pueden sustentar tu apreciación, así tendrás elementos que enriquecerán la conversación con tu interlocutor.

Identificar los factores de mayor impacto:
Un feedback integral evidencia que hacemos parte de un sistema donde nos influenciamos mutuamente: lo que hacemos impacta el sistema, y lo que pasa en el sistema impacta la manera en que hacemos las cosas y los resultados que logramos. Es así como algunos aspectos que determinan nuestro desempeño dependen de nosotros y otros de la organización u otros equipos.

Por esto, es importante que antes del encuentro de feedback hagas un balance integral para identificar los factores que han determinado tu nivel de desempeño, ya sea en un periodo completo de trabajo o en la gestión en un proyecto particular. Para realizar este balance, hazte las siguientes preguntas:

¿Conozco las expectativas precisas de mi trabajo? ¿Las metas a alcanzar son realistas?
¿Conté con retroalimentación constante y constructiva sobre cómo estaba haciendo las cosas?
¿Conté con herramientas o recursos adecuados para realizar mi trabajo?
¿Recibí el entrenamiento necesario para ejecutar las tareas propias de mi cargo?
¿Mis capacidades, conocimientos y características personales se ajustan al nivel de exigencia del trabajo?
¿El ambiente de trabajo es estimulante, y la cultura acorde a mis principios y necesidades?

Sintonizarse en una posición de aprendizaje:
El feedback es una herramienta de crecimiento personal. Hacer este balance de manera honesta consigo mismo facilita identificar las fortalezas, reconocer las oportunidades de mejora y ampliar nuestra visión para entender y aceptar que otras personas pueden tener puntos de vista diferentes a los nuestros.

Tener esto en mente nos prepara para recibir de manera abierta las observaciones de otros, pero, es posible que durante la interacción escuchemos algo que nos moleste o con lo que no estemos de acuerdo.

¿Qué sueles hacer cuando te enfrentas a estas situaciones?, ¿Lo niegas?, ¿Lo exageras?, ¿Lo aceptas sin cuestionar?, ¿Lo rebates enérgicamente y te defiendes?. Piensa en las consecuencias de tu reacción habitual y evalúa si te permite lograr el objetivo de aprendizaje a través del feedback.

Para facilitar tu proceso, durante la sesión reflexiona sobre las emociones que estás sintiendo. Piensa sobre el porqué te estás sintiendo de esa manera, y si la emoción es negativa, pregúntate cuál es la amenaza que percibes y cuál el mensaje de valor que puedes recibir para avanzar.

Asumir un rol activo y constructivo:

Como actor fundamental en el proceso de feedback, tu nivel de involucramiento es fundamental para lograr el mayor provecho de la sesión y disfrutar de una experiencia enriquecedora. Te recomendamos:

-Presentar de manera asertiva todos los aspectos que has encontrado en la auto reflexión previa a la sesión.
-Escuchar de manera atenta lo que tu interlocutor tiene que decir y pedir ampliación de algún aspecto cuando no te haya quedado claro:
¿cómo podría aplicar esta recomendación que me das?, ¿qué aspectos en concreto debo mejorar?, ¿qué resultados esperas de mí?
-Enfocarte en entender de donde parte el punto de vista del otro antes de juzgar y suponer. Pregúntate: -¿qué vio y le hizo pensar de esa manera?, ¿cuáles fueron los criterios que usó para valorar ese aspecto?.
-Encontrar el valor de lo dicho por el otro, entendiendo que esa persona también se ha preparado para esta conversación: ¿Qué vale la pena intentar?, ¿qué es útil?, ¿Cómo puedo adaptarlo para que lo sea?.
-Plantear temas que hayas encontrado en la preparación y creas importantes, aunque no hayan sido tocados por quién ofrece el feedback. Es importante que al final tengas claro en qué eres bueno, en qué debes mejorar y cómo puedes hacerlo.

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